A las 9:30 de la noche del pasado sábado se presentó un accidente de tránsito en el que estuvieron involucrados tres carros, en la calle Murillo con la carrera 3, cerca al estadio Metropolitano.

Al parecer, el choque fue provocado por un jugador de fútbol llamado Rafael Carrascal, quien juega como volante en el equipo Junior de Barranquilla, quien manejaba una camioneta Ford de placa MWS – 548.

Contaron testigos que el jugador conducía a exceso de velocidad y chocó por la parte de detrás a un carro negro marca Chevrolet. Por el impacto, el segundo vehículo golpeó a un tercer vehículo de marca Reanult y casi ingresa al carril de sólo bus de Transmetro, que a esa hora todavía estaba transitando.

En el hecho no se presentaron lesionados.

Sin embargo en el Chevrolet iba una niña de un año y ocho meses, que inicialmente no presentaba ningún síntoma de trauma, pero de un momento a otro habría empezado a vomitar, por lo que fue trasladada a una clínica del norte de la ciudad para ser valorada.

Personas que presenciaron el hecho aseguraron que Carrascal intentó evadirse pero la comunidad le impidió que escapara e incluso, con palos y botellas, trataron de atacarlo pero al reconocer que era miembro del equipo de la ciudad, cesaron en su intento.

Agentes de tránsito se apersonaron del hecho y tras hacerle una prueba de alcoholemia al jugador, según los afectados dos horas después del incidente, esta dio grado dos, es decir, entre 100 y 149 miligramos de etanol por cada 100 mililitros de sangre.

Testigos aseguraron, sin embargo, que el procedimiento tomó más de dos horas en realizarse y que los uniformados alegaban que en el momento no tenían los implementos para realizar la prueba.

La camioneta Ford fue inmovilizada y a Carrascal le fue impuesto un comparendo.

Zona Cero intentó comunicarse con el comandante de la Policía de Tránsito, Mayor Gustavo Chaparro, pero no contestó las más de 10 llamadas que se le hicieron a su celular. También fue consultado el jefe de prensa pero tampoco atendió a las llamadas.